- Sustainability Report 2023-2024
- Información sobre gobernanza
Políticas, objetivos y acciones
En ALPLA, el respeto por las normas éticas es fundamental para nuestra identidad y nuestra cultura corporativa. Nuestro enfoque hacia la conducta empresarial está intrínsecamente ligado a nuestros valores y a nuestras operaciones diarias. La integridad, el respeto y la responsabilidad sustentan nuestros procesos de toma de decisiones y fomentan un entorno en el que los empleados se sienten valorados, seguros y con capacidad para destacar. Así es como lo conseguimos:
- Seguimiento del Código de Conducta: nuestro Código de Conducta no es un mero documento, sino que representa nuestro compromiso auténtico. Establece expectativas claras de comportamiento ético, lo que permite que los empleados tomen las decisiones con integridad y confianza.
- Lideramos con el ejemplo: nuestros líderes ejemplifican sistemáticamente nuestros valores y principios e incorporan la integridad y la responsabilidad a nuestra cultura organizativa.
- Aprendizaje y concienciación: priorizamos la formación continua y los debates abiertos sobre ética, cumplimiento normativo y prácticas empresariales responsables como garantía de que la conducta ética se convierta en algo natural. Las partes interesadas internas más expuestas a riesgos de conducta empresarial (por ejemplo, las áreas de Ventas, Compras, Ingeniería de planta, Dirección) reciben formación en profundidad, mientras que la formación general es obligatoria para todos los empleados.
- Fomentamos el diálogo abierto: valoramos la opinión de cada empleado. Se anima al personal a expresar sus inquietudes y hacer preguntas sin temor a represalias. Nuestras prácticas de denuncia de irregularidades salvaguardan el principio de integridad.
- Escuchamos y mejoramos: nuestro compromiso con la cultura se pone de manifiesto a través de encuestas periódicas en las que se solicita la opinión sincera de los empleados. Esta práctica nos ayuda a identificar los puntos fuertes y las áreas de mejora, lo que refuerza la idea de que una cultura sólida se crea con las aportaciones de todos y cada uno de los miembros de la organización.
- Sostenibilidad y responsabilidad: las consideraciones éticas, sociales y medioambientales forman parte integral de nuestro proceso de toma de decisiones, lo que garantiza que nuestras contribuciones tengan un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente.
En esencia, nuestras políticas reflejan nuestra identidad y la empresa que aspiramos a ser y detallan algunos aspectos específicos que también se contemplan en nuestro Código de Conducta. Las siguientes políticas están directamente relacionadas con la ética empresarial:
- Nuestra política dedicada a la lucha contra la corrupción, el soborno y el fraude prohíbe cualquier forma de corrupción, soborno y fraude en relación con las actividades empresariales de ALPLA y esboza las medidas preventivas que se deben adoptar al respecto. La política sobre comidas de negocios, almuerzos, entretenimiento, catering y regalos complementa la política antes mencionada, y en ella se establecen las normas sobre cómo proceder en caso de conflicto de intereses.
- La política de ALPLA sobre el Canal de denuncias de ALPLA (mecanismo de reclamaciones) permite procedimientos de investigación flexibles en función de las particularidades de cada caso.
- La política sobre prácticas anticompetitivas garantiza el cumplimiento de las leyes antimonopolio y prohíbe cualquier práctica que pueda restringir la competencia.
- La política de control de sanciones obliga a controlar a los proveedores y socios comerciales a la luz de las listas de sanciones internacionales para garantizar que se cumplen los requisitos legales.
- La política de ALPLA sobre contratación sostenible promueve normas y principios éticos en el reclutamiento de personal y se centra en reducir los riesgos legales y minimizar los impactos adversos sobre los derechos humanos y el medioambiente.
Nuestro objetivo en materia de ética empresarial no deja lugar a dudas sobre nuestro compromiso: el objetivo de ALPLA es que cada año de aquí a 2030 no se produzca ninguna denuncia de incidentes relacionados con la corrupción, los conflictos de intereses, las prácticas anticompetitivas, el fraude y el blanqueo de dinero.
El objetivo de la gestión del cumplimiento normativo es prevenir comportamientos ilícitos y evitar posibles infracciones legales. Además de normas, directrices y controles claros, este objetivo se puede alcanzar con medidas preventivas de comunicación y formación. En 2024 se introdujo una formación obligatoria para la base general de empleados (de oficina), así como una formación en profundidad para los empleados más expuestos. La formación se imparte en un régimen anual, actualmente en forma de e-learning o aprendizaje electrónico.
En términos de detección, actualmente se emplean las auditorías realizadas por el departamento de Auditoría interna y el sistema de denuncia de irregularidades. Si se produce un incidente, los departamentos de Cumplimiento normativo y Auditoría Interna son los principales implicados a la hora de tratar el caso. Estos departamentos son independientes de la cadena de gestión. El Consejero General del Grupo informa periódicamente al Presidente del Consejo sobre el estado y el resultado de las investigaciones relacionadas.
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Formación
Casos de corrupción
Durante el período cubierto por el informe, se detectó un incidente de corrupción al año. Las investigaciones y los procedimientos por el que se produjo en 2024 están en curso. Se adoptaron medidas internas que desembocaron en el despido de una persona en cada caso.